A 8 km de Leitza, saliendo hacia el norte del núcleo urbano hacia la antigua estación de Plazaola, una carretera nos lleva hasta Leitzarrea, un paraje único e importante desde el punto de vista natural, formado mayoritariamente por hayedos y robledales, con abundancia de pastos e historias y cuyas aguas se vierten a la cuenca del río Leitzaran y al río Urumea.
Los monumentos megalíticos presentes en Leitzarrea son testigo y prueba de la antigüedad de la presencia de seres humanos en estos parajes. A lo largo de los siglos fue una actividad minera próspera y que conserva numerosos restos y ferrerías. Actualmente la actividad ganadera y la forestal son las principales actividades económicas que se realizan.
En Leitzalarrea las viejas hayas y robles trasmochos nos harán recordar otras épocas en las que además de los pastores, los carboneros y los ferrones trabajaban y vivían en estos parajes.
Cada vez son más las personas que visitan este espacio. En el merendero de Ixkibar, entre robles y riachuelos, encontramos un mesas, parrillas, fuente y una borda de montaña abierta donde se puede dormir. Ixkibar es el punto de partida para conocer Leitzalarrea, con paneles informativos de distintas rutas e información de sus recursos (Guardetxea).
Izaieta (a km del merendero de Ixkibar), es un espacio protegido como Monumento Natural. Creado en 1.832, era un vivero que servía para que los vecinos, por cada árbol que cortaban, pudieran plantar los 10 árboles que tenían que reponer. Se trata de un recinto vallado, convertido en auténtico jardín botánico, con 37 especies forestales identificadas con fichas, donde destacan los abetos blancos de casi 40m.